Ecos de obediencia

De pie, pero vencido, un hombre mira hacia arriba buscando una salida que tal vez no existe. En esta habitación aséptica —símbolo de la sociedad moderna— su cuerpo comienza a disolverse. No se ha rendido del todo, pero tampoco puede seguir igual: lucha entre la necesidad de resistir y el impulso de desaparecer.

Ecos de obediencia es una imagen del agotamiento silencioso que nos dejan las normas impuestas, las exigencias diarias, la rutina disfrazada de deber. Aquí, el cuerpo se fragmenta, pero lo que se rompe no es solo pintura: es su esencia única de individuo, los colores irrepetibles de su alma y los movimientos concretos de su espíritu. Frente a una sociedad que lo empuja a la uniformidad, su descomposición no es derrota, sino afirmación.

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Técnica: Acrílico

Soporte: Lienzo

Medidas: 50 x 70 cm

Fecha de realización: 2024

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